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Por qué la tecnología educativa fue fundamental durante la pandemia

martes, 22 de febrero de 2022 · 10:53

En los inicios de la pandemia las personas no sabían estimar cuánto tiempo duraría el aislamiento, por lo que la mayoría suspendió sus actividades de manera indefinida. Cuando sucedió que las semanas de confinamiento se extendían cada vez más, la sensación de desamparo comenzó a crecer y a poner nerviosos a quienes estudiaban, trabajaban, hacían doctorados o incluso esperaban su diploma.

Desde que se decretó la pandemia, la tecnología no sólo fue un elemento que favoreció el vínculo humano sino que configuró las relaciones laborales y académicas. Muchas personas que no se imaginaban que podrían seguir trabajando y estudiando se sorprendieron al encontrar este medio tan útil para continuar con sus actividades.

Así fue que surgieron cientos de medios para potenciar la conexión, algunos más específicos pueden conocerse en este enlace y otros a través de las aplicaciones de fácil descarga en los teléfonos celulares. Facebook, Instagram y WhatsApp perfeccionaron las videollamadas e incluso plataformas como Zoom y Google Meet se comenzaron a usar a diario.

En este enlace es posible encontrar profesores online, quienes sirvieron de mucha ayuda durante la pandemia, como acompañamiento académico. La posibilidad de continuar los estudios a través de plataformas digitales fue otro de los beneficios que internet pudo ofrecer a la comunidad.

¿Qué otros beneficios brindaron las tecnologías educativas durante la pandemia?

Mantener el contacto

Para muchas personas, la pandemia fue solitaria. Esto no sólo les ocurrió a aquellos que vivían solos sino a estudiantes o trabajadores que viajaron a otros países para iniciar un nuevo recorrido académico o profesional, a personas que debieron aislarse de sus familiares para protegerlos y debieron emprender un confinamiento en soledad y a aquellos que aun conviviendo con otras personas sentían la soledad al no poder salir.

En este sentido, las tecnologías educativas promovieron el acercamiento entre estudiantes a través de plataformas dinámicas que permitían dialogar con otros, tener conversaciones virtuales, compartir archivos multimedia y generar un vínculo desde otro lugar.

Fue así como muchos niños y adolescentes, principales perjudicados durante el confinamiento, encontraron lugares de encuentro y de distención a pesar de sólo contar con una computadora o un teléfono celular para comunicarse y crear una comunidad.

Mantener las rutinas

La incorporación y uso de tecnologías educativas permitió a todas aquellas personas que estudiaban, seguir con la dinámica de aprendizaje sin pausas, sin perder el año ni los conocimientos adquiridos hasta el momento. Si bien hubo un claro receso de actividades durante uno a dos meses, a partir del tercero muchos estudiantes retomaron sus estudios de manera virtual.

Plataformas educativas con profesores online permitieron que quienes estudiaban recibieran un correcto acompañamiento. El proceso educativo debe ser acompañado, en soledad y sin un intercambio de saberes es muy difícil afianzar conocimientos, sobre todo si no hay una devolución, objetivos y metas que alcanzar.

El rol que tuvieron los educadores que, desde el otro lado de la pantalla, sostuvieron una forma de enseñar y aprender, dinámica, con gráficos, con acompañamiento estudiantil y con ejercicios útiles para practicar, fue esencial en tiempos de pandemia.

Todo esto fue posible gracias a las tecnologías educativas que además de profundizar en los métodos de aprendizaje también lograron sacar de la zona de confort a muchas instituciones que aún tenían métodos anticuados.

Ampliar el conocimiento

Las tecnologías educativas fueron útiles para ampliar el conocimiento desde internet. Muchas personas que no tenían un contacto cotidiano con las redes sociales, las plataformas digitales y las aplicaciones debieron acercarse de forma brusca a ese universo, lo que con el tiempo resultó ser un beneficio.

Este tipo de tecnologías también sirven para afianzar el aprendizaje, a través de recursos que tienen distintos objetivos que los ejercicios de un libro físico, abordan otro método para hacer las actividades y persiguen finalidades distintas a lo resolutivo de, por ejemplo, un problema matemático.

En resumen, las tecnologías educativas fueron fundamentales durante la pandemia porque muchos circuitos académicos, laborales y familiares no podrían haberse sostenido de otras formas más que con estos medios. Por otro lado, fue un proceso útil para implementar nuevos modos de aprendizaje, modernos y eficaces, para que el ejercicio de trabajar la mente no se quede en un terreno llano.

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