Julio Fraomeni es un hombre de códigos inalterables basados en su vocación

Los días en la vida de Julio Fraomeni cuentan con un calendario muy particular. Sonaría extraño indicar que 24 horas se convierten en 28 y que 365 días pasan a ser 400. Raro o no las multiactividades que lleva a cabo no le dan respiro.

Ser el presidente de una compañía de medicina prepaga exige estar alerta más de la cuenta. En el campo de la salud todo pasa a ser algo inmediato.

Forjó una trayectoria personal e institucional muy respetable. Fraomeni es una persona sencilla con un humor excepcional, tal es así que no es común verlo fastidiado -al contrario- siempre sonríe cálidamente. 

Siendo muy joven se recibió de médico y desde ese momento empezó a caminar a paso firme. Algunos dirán que tuvo un golpe de suerte y que la buena fortuna del azar le puso frente a sus ojos una posibilidad que sería un condimento decisivo. Cuando nadie apostaba por el país él apostó por poner en juego 20 años de profesión y adquirió una prepaga.

La medicina, o mejor dicho, su primer amor se fusiona a otro tipo de pasión que es su visión empresarial. La apuesta le salió perfecta porque su inteligencia y rapidez lo guiaron para ver que la oportunidad que se le presentaba cambiaría el curso de su propia historia.

Convengamos que su propia historia pasó a formar parte de la vida de muchas personas que eligieron y siguen eligiendo Galeno Salud.

Hace más de 35 años asumió el compromiso de velar por el cuidado de la salud de la gente en general, aunque de sus asociados en particular.

Lo que Julio Fraomeni promete lo cumple a rajatabla. Es un hombre de códigos firmes, de esos que prácticamente no existen más.