Vida saludable

Trucos para mimar tu ropa y hacer que dure más tiempo

viernes, 2 de febrero de 2024 · 09:30

Para evitar un desgaste rápido en la ropa es importantísimo saber cómo lavarla, secarla y plancharla. Si a estos factores le añadimos otro como el uso de un buen detergente que cuide y respete las fibras de la prenda, ésta se mantendrá como el primer día.

Descubre los mejores consejos e ideas para hacer que tu ropa dure más tiempo y tenga ese "olor a limpio" que tanto nos gusta.

La durabilidad de una prenda depende de la calidad del material de confección, del uso que le damos, de los detergentes que utilizamos durante su lavado y, en general, de cómo tratamos la prenda tras comprarla.

Y es que son muchos los errores que cometemos con nuestra ropa antes, durante y después del lavado como, por ejemplo, echar la dosis incorrecta de detergente o lavar un tejido con una temperatura de agua superior a la que se indica en su etiqueta. Estos dos errores (y otros más) hacen que la ropa se vuelva más frágil, pierda color y, en muchos casos, acabe estropeándose en cuestión de semanas.

Para evitar que tus prendas favoritas se desgasten rápido, toma nota de estas 10 ideas para cuidar tu ropa y hacer que dure más tiempo, lavado tras lavado.

Trucos para que la ropa dure más

Leer las instrucciones de lavado, secado y planchado y utilizar un detergente que cuide los colores, son aspectos que debes tener presente si deseas cuidar y prolongar la vida útil de tu ropa.

1. Clasifica la ropa

Clasificar la ropa por colores claros y oscuros es algo que hacemos para evitar desteñidos, pero ¿qué hay de la suavidad y la textura de la ropa? ¡También debemos cuidarla!

Quizá pienses que no es necesario separar la ropa para lavar atendiendo a la suavidad de la tela, pero ten presente que durante el lavado las prendas están constantemente rozándose unas contra otras, algo que desgasta muchísimo las fibras y costuras con el paso del tiempo.

Por lo tanto, para evitar un desgaste mayor en la ropa, te aconsejamos que separes las prendas por colores y por la textura del material. Este sencillo gesto hará que su vida útil aumente considerablemente.

2. Lee siempre la etiqueta de lavado

Revisar la etiqueta de lavado también es vital para proteger el color y la textura de la prenda. Este paso, aunque esencial, se obvia u olvida, motivo por el cual las prendas se desgastan con más rapidez.

Recuerda, para saber exactamente cómo lavar, planchar y secar un tejido (sin estropearlo) debes seguir las instrucciones que se especifican en la etiqueta.

En este punto, ten siempre presente que la temperatura del agua es el aspecto más importante para proteger la ropa. En el caso de que la prenda no tenga etiqueta, lo más aconsejable es limpiarla por separado y a mano.

3. Lava la ropa del revés

Otro paso fundamental para mimar tu ropa y que conserve su color original es lavarla siempre del revés, especialmente cuando se trate de ropa oscura. De esta forma se protegen las costuras, los abalorios y, principalmente, el color de la prenda durante el centrifugado. Por ejemplo, los jeans se deben lavar siempre del revés para evitar que destiñan, al igual que las camisetas o jerséis con estampados.

Asimismo, te recomendamos que utilices un jabón que proteja el color de tus prendas.

4. Trata las manchas difíciles antes de lavar

Si localizas una mancha difícil en una camiseta o pantalón, ¡trátala! Lo mejor es aplicar un poco de detergente sobre la mancha y dejar que actúe de 10 a 15 minutos antes de introducir la prenda en el lavarropas.

Es una acción que debes hacer especialmente cuando sean manchas de lapicera, pintura o maquillaje. De lo contrario, podrías acabar manchando todo el lavado y gastando más energía y detergente del necesario.

Es importante tener en cuenta el tipo de mancha para escoger la temperatura de lavado que es mejor para tratarla. Hay manchas, como por ejemplo las de sangre, que se fijan más si se usa agua caliente y por eso es mejor que se traten siempre en frío.

5. No sobrecargues la lavadora

Al igual que no es aconsejable utilizar para todos los lavados el mismo programa, es muy importante no sobrecargar el lavarropas por dos razones muy sencillas: por una parte, la ropa no se lava bien; y, por otro lado, el detergente (sobre todo el polvo) no se disuelve bien, lo que da lugar a las temidas manchas de detergente en la ropa.

De igual forma, te recomendamos dosificar bien el detergente, pues un exceso también da lugar a estas temidas manchas. La conclusión de ambos errores es que tendremos que lavar la ropa por segunda vez en un mismo día, algo que, sin duda, hará que las prendas se desgasten más rápido. Así que ya sabes, utiliza el detergente con inteligencia.

6. Mima los tejidos delicados

Hay ciertos tipos de prendas que debes proteger de manera especial: los tejidos delicados, que son piezas que deben lavarse siempre con ciclos de lavado cortos, un detergente especial para prendas delicadas y con agua fría (Máx. 30ºC). Mezclar este tipo de piezas con cualquier otra prenda que no sea delicada, la desgasta o estropea fácilmente.

De hecho, muchas prendas confeccionadas, por ejemplo, con seda orgánica, solo admiten lavados a mano o "lavados en seco" para una mejor conservación. Otros, como las piezas de cuero, tampoco deberían meterse en la lavadora. En este último caso, puedes limpiarlas en seco con una esponja, hidratarlas con una cera o aceite especial y guardarlas colgadas en una percha.

Por otra parte, te recomendamos usar suavizantes en tus lavados, ya que éste protege las fibras y los colores de la ropa, alargando así su vida útil.

Tip extra: Si quieres lavar una prenda sin etiqueta en la lavadora, utiliza una bolsa especial (o funda de almohada) para protegerla de la erosión de otras prendas, botones y cremalleras.

7. Usa (bien) los ciclos de lavado

Un mismo programa de lavado no vale para todo. De hecho, usar un mismo programa para tejidos de algodón, lino, mezclilla o poliéster acabará dañando la estructura de las prendas al cabo de pocos meses o, semanas

Entonces, uno de los consejos más importantes para hacer que tu ropa dure más tiempo es que aprendas a usar de forma correcta los ciclos de lavado. Y, lo único que debes hacer es elegir el programa según las necesidades de cuidado de cada prenda.

Tip extra: Si la ropa no está muy sucia, lo más recomendable es lavarla con agua fría para ahorrar energía y conservar mejor los colores.

8. Aprende a tender la ropa

Tan importante como lavar la ropa es tenderla o secarla tras finalizar el ciclo de lavado. En este paso es crucial priorizar el uso del tendedero al uso de la secadora por una simple razón: un exceso de calor desgasta rápidamente las fibras de las prendas menos resistentes.

En este sentido debemos señalar que, aunque sí puedes usar la secadora, la evites para las prendas que son muy delicadas como la lana y la seda, pues lo más recomendable es colgar la ropa en el tendedero al aire libre.

Y, la forma correcta de tenderla es del revés y sujetando la prenda con pinzas en los laterales, justo en la línea de las costuras. Además, si puedes tenderla con la parte que más pesa hacia abajo.

Por último, para evitar un desgaste mayor en la ropa oscura o de color negro, no la tiendas al sol. No bromeamos. La luz directa del sol con las prendas oscuras hace que pierdan su color y brillo original. En definitiva, seca estas prendas del revés en un lugar al aire libre y a la sombra.

9. Plancha sí, pero con cuidado

Cada material requiere de diferentes temperaturas de planchado para conservarse en buen estado. No es lo mismo planchar el poliéster que el algodón o el elastano.

A continuación, te indicamos las temperaturas ideales según el material de la prenda.

  • La poliamida, polipropileno, elastano y acetato: temperatura ideal entre 70 y 120ºC.
  • El cupro, poliéster, seda, triacetado, viscosa y lana: temperatura ideal entre 100 y 160ºC.
  • El algodón y lino: temperatura ideal entre 140 y 210ºC.

10. Deja que tu ropa y armario respiren

A la hora de guardar las prendas, procura hacerlo con eficiencia y siguiendo un orden. Esto implica doblar las camisetas, los pantalones y los jerséis finos y guardarlos en cajones, lejos del sol y la humedad.

De igual forma, reserva un espacio específico para piezas como las camisas, los blazers y los vestidos, ya que es mejor que vayan colgados y separados por el tipo de material.

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